Es una infección de las vías respiratorias que se caracteriza por producir síntomas locales como picor o escozor faríngeo, incremento de la destilación y congestión nasal y con escasa repercusión general, con manifestaciones de dolor de cabeza, dolores musculares, y fiebre no elevada.
El cuadro suele empezar con las molestias faríngeas y posteriormente aparece la congestión nasal, con líquido nasal claro, que puede hacerse en los próximos días espeso y sucio. Los síntomas generales se esfuman en la primera semana y el cuadro suele ser benigno y se resuelve totalmente en 1-2 semanas.
Les presentamos algunas técnicas que le ayudarán a controlar la obstrucción nasal. La descongestión nasal así obtenida facilitará la respiración, aliviará el dolor de cabeza y mejorará el descanso nocturno.
Drenaje rinofaringeo retrogrado: Con el objetivo de limpiar la zona retronasal se recomienda la siguiente técnica. En posición acostado o de pie con la cabeza inclinada hacia atrás y la boca cerrada, instile 5 cc de suero fisiológico por una fosa nasal, y en ese momento realice una inspiración rápida y profunda, mientras cierra la otra fosa con el dedo pulgar. Prolongue con la misma maniobra en la otra fosa nasal. De esta manera se conducen las mucosidades hacia la parte posterior de la nariz y la garganta. Seguido a esto tosa o escupa las secreciones por la boca.
El suero fisiológico o solución salina puede adquirirse en farmacias, con dispositivos de administración adecuados para la instilación nasal. Asimismo es posible su preparación casera, añadiendo una cucharadita de sal por cada litro de agua.
Técnica de sonado (espiración forzada nasal): La maniobra de sonarse la nariz no es tan ventajosa como se cree. Al sonarse, muchas personas aprietan fuertemente ambos lados de la nariz entre sus dedos protegidos con un pañuelo y soplan con gran esfuerzo y mayor estruendo. Con esta maniobra se moviliza poco contenido de la nariz y sin embargo, producen una gran presión dentro de la cavidad nasal que provoca una inversión del flujo del moco impulsándolo al interior de los senos nasales (cavidades óseas que comunican con la nariz) y las trompas de Eustaquio (pequeños conductos que comunican la nariz con el interior del oído). Aunque no se puede afirmar rotundamente que sea perjudicial, si que es posible meter los virus o bacterias con el riesgo de causar una sinusitis u otitis media. Por lo tanto esta maniobra se puede reemplazar por la técnica de espiración forzada nasal. El modo correcto de sonarse consiste en apretar fuertemente un solo lado de la nariz con el dedo disimulado bajo el pañuelo y soplar por el otro lado, con espiraciones nasales rápidas. Luego se hace la misma operación alternando los lados. De esta forma el sonido es menor y el vaciado de las fosas nasales mucho más completo.
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