Terapias con Corrientes de Alta Frecuencia

Corrientes de Alta Frecuencia


¿Qué son las corrientes de alta asiduidad?

Se conoce como “termoterapia profunda”.

Es una técnica por medio de la cual se suministra energía al organismo, con el fin de acelerar las respuestas metabólicas a distintos niveles.

Se lleva a cabo por medio de la aplicación  y transformación de energía electromagnética, de una banda del espectro electromagnético no térmica, compuesta por corrientes alternas que oscilan de 0.5 Mhz hasta 2.450 Mhz (millones de hercios), que al ser introducida en el  organismo se transforma en energía electromagnética en otra banda distinta  y más alta del espectro, la del calor, o sea los infrarrojos.

Corrientes de Alta Frecuencia-otras-terapias

Métodos de aplicación:

    1-Campo de condensador
    2-Campo de inducción
    3-Campo de irradiación


1-Campo de condensador:

Consiste en colocar dos placas metálicas cargadas eléctricamente, una es (+) y la otra posee carga (-) una frente a la otra, y entre las dos se posiciona la parte del organismo a tratar.


El hecho de tener cargas  diversas  entre ambos electrodos da lugar a una diferencia de potencial que generará una fuerza electromotriz entre el espacio que las separa.


Dicha fuerza electromotriz actúa sobre las cargas iónicas de las disoluciones orgánicas las que se desplazarán acercándose o alejándose de los electrodos.
La polaridad (+) de una placa y la (-) de la otra se cambian o alternan millones de veces por segundo, provocando un vaivén en los iones orgánicos de millones de veces por segundo.


La aplicación de los electrodos en el campo de condensador puede hacerse de tres formas:

    Coplanar: Los electrodos se sitúan en el mismo plano o ligeramente angulados adaptándose a la superficie corporal.

    Contralateral: Los electrodos se colocan uno frente al otro.

    Longitudinal: Se consigue mayor profundidad y localización del efecto térmico en zonas de difícil acceso.

 

2-El campo inductivo:

Se ocasiona por la inducción electromagnética que surge en las bobinas cuando estas son circuladas por una corriente eléctrica.


Se denomina bobina al conductor recto que se dobla haciendo círculos de forma continua y si es de gran longitud se le llama “solenoide”.


Si en el interior de la bobina se halla uno de nuestros miembros , la fuerza magnética inducirá movimiento a las cargas iónicas contenidas en los tejidos


Si en lugar de arrollar una bobina sobre el segmento corporal, se aplican dos bobinas planas contra laterales de forma que las caras que se miran sean de polaridad magnética opuesta (norte – sur) , en lugar de causar desplazamientos giratorios de los iones, serán de forma perpendicular al sentido de la  fuerza magnética.


3-Campo de irradiación:

Consiste en la irradiación de ondas electromagnéticas a partir una antena hasta que alcancen el organismo invadiéndolo y penetrándolo para generar turbulencias electromagnéticas en los iones de las disoluciones orgánicas

 


Clasificación de las corrientes de  alta asiduidad

Onda corta:

    Frecuencia 27 Mhz.
    Su efecto electrofísico fundamental se basa en la capacitancia o efecto del condensador.
    Se aplica con placas o bobinas separadas de la piel.
    El calor es generado por desplazamiento de cargas eléctricas.
    Se genera más calor en los tejidos de mayor conductividad.


Ultra corta:

    Frecuencia de 432 Mhz.
    Se aplica con irradiador o antenas direccionadas.
    El aplicador se manposee separado de la piel unos centímetros.
    No se basa en el efecto capacitativo ni inductivo, sino en el campo de la irradiación.
    Se emplea un único electrodo.
    La energía electromagnética penetra en los tejidos profundos por medio de la piel y tejido celular subcutáneo.
    No surge el peligro de derivaciones eléctricas del paciente hacia tierra.
    El calor se genera por la vibración molecular en lugar del desplazamiento de cargas eléctricas internas del organismo.

 

Microonda:

    Frecuencia de 2.450 Mhz.
    Se denomina radarterapia  por coincidir con la misma asiduidad del radar convencional.
    Se aplica con electrodo de antena muy direccional.
    Presenta fuertes efectos de reflexión y refracción.
    La energía calórica generada se consigue por el fenómeno de giro molecular, tomando como referencia la molécula de agua.

 


Dosificación de la energía electromagnética

    Grado I, calor subliminal o imperceptible: El paciente no percibe ninguna sensación térmica a pesar de la aplicación con cierta potencia.

    Grado II, calor suave, ligeramente perceptible: Supraliminal pero de muy poca intensidad.

    Grado III, calor moderado, claramente perceptible:  Con cierta intensidad pero agradable.

    Grado IV, calor intenso, fuertemente perceptible: Puede llegar a rozar el umbral del dolor, sobre todo después de un cierto tiempo.

    Grado V, calor quemante, sensación de quemadura: El calor se hace doloroso.

 

Instrucciones de las corrientes de alta asiduidad


Las corrientes de alta asiduidad se usan en casos de:

    Dolor químico.
    Dolor isquémico.
    Contracturas musculares.
    Inflamaciones crónicas.
    Edemas de poca intensidad.
    Procesos artrósicos articulares.
    Procesos artríticos no agudos.
    Procesos degenerativos a causa de trofismo insuficiente.
    Algodistrofia simpático refleja.

 


Contraindicaciones de las corrientes de alta asiduidad


Las corrientes de alta asiduidad no se deben emplear en:

    Procesos inflamatorios agudos.
    Implantación de dispositivos intrauterinos en aplicaciones sobre la zona.
    Durante la menstruación.
    Sobre osteosíntesis y endoprótesis metálicas.
    Procesos de calcificación incipientes.
    Procesos infecciosos y abscesos purulentos –salvo cuando pretendamos su explosión-
    Tuberculosis activa e inactiva.
    Procesos tumorales
    Sobre Sistema Nervioso Central.
    Denervaciones totales.
    Ganglios linfáticos infartados.
    No emplear en los ojos, el calor generado en el humor vítreo ocasiona cataratas a largo plazo y incremento excesivo de la presión intraocular en el tiempo de aplicación.
    No emplear en los oídos donde hay líquidos contenidos en cavidades no elásticas, con el riesgo de causar compresiones en las finalizaciones nerviosas.
    No emplear sobre área cardiaca.
    Marcapasos cardíacos.
    No emplear en hematomas roturas tisulares ni derrames reciente y agudos.
    No emplear en tromboflebitis ya que puede liberar y diluir parcialmente coágulos y trombos.
    No emplear en testículos.
    No emplear durante procesos de gestación.
    En presencia de fiebre.
    En pacientes hemofílicos.
    No emplear en tratamientos con anticoagulantes.
    En articulaciones con artritis séptica, artritis y artrosis en fase aguda, derrames articulares





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